domingo, 29 de abril de 2012

El Crujir de las Pisadas*

Y volviste a caer en la penosas teclitas que rechinan cuando las tocás, ¿es que no podés escribir si no estás en un pozo? Evidentemente no.
Están las hojas, presionandose, aplastandose, perdiendo su forma natural, Y VOS PERDÉS TAMBIEN TU FORMA NATURAL, es que ayer estabas genial, respirando aire puro, caminando en un colchón rojizo, con frio, entre ramas, con el alma apurada, llena de espacio, llena de brisa, de viento, de saber vivir. Y ahora... Ahora te secás, al igual que las hojas en el suelo, te rompes frente a este estupido aparato que no es nada de lo que vos deseas.
Queres volver, es que ya sos adicta a ese aire. Y cuando no estas afuera, conectada con todos los sentidos, viendo árboles, aves, sintiendo las asperezas de la piedra, oliendo la humedad que se apodera de todo el bosque y te corroe, sintiendo ese frío que te hace vivir y masticando tierra saboreandola....sin eso no sos nada.
Y ahora estoy como esas hojas que me llevé, que tomé presas, estoy lejos de mi árbol, de esa felicidad que fue... Estoy deseando volver.

NECESITO ESE AIRE. NECESITO CAMINAR, PORQUE SOLO ASÍ SOY LO QUE SOY, SOLO ASÍ VIVO Y EXPRESO, SOLO ASI RESPIRO.


*Sobre mi corazón mi resquebrajado corazón que no puede más que esperar que regreses de ese viaje que parece malditamente infinito.


Nchi.
Con ganas de que vuelva, y de volver.