Otras tantas horas, y el roce más profundo no llegó a ser brisa.
Enamora el sutil despegue, perturba enriquecido de sentires.
Freno puesto cuan tanque de guerra en el corazón...
A batallar.
Siempre estás lejos y tan cerca de ser demasiado... Siempre intrigandome tus ojos, lunares, mente, corazón.. Siempre bailando con el desconocer...
Capto con la mirada, con las manos y con cada célula del alma-
Porque cuando tengo frío, tengo frío!
Nchi...
(quizás me vuelvas loca, no más de lo que quiero llegar a estar!)
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