Me cansé de tener las sábanas frías, de intentar librarme al olvido,
y no pensar, en las horas desperdiciadas,
las mismas que podría llenar con besos y caricias,
odio buscar porque no encuentro,
odio esperar, porque lo que quiero nunca llega.
Quiero tomar medidas, pero alguien se me adelantó
y me robo el fantasma que yo quería aunque sea un rato.
Todas las máquinas en las que quiero jugar, fueron tomadas por muñequitas delicadas y sofisticadas, solo me quedan repuestos usados, descartados, que nadie ve, quiere o toma.
Quiero un amor real y no uno por carta.
Es tan triste, pero a la vez adictivo, el no poder y quererlo más-
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