Cuando la cotideaneidad te arrasa con sus ejemplos de desamor, de eso que no tiene nada que ver con aquello que fue lo que unió a esa pareja inicialmente, decís... Mierda esto no quiero que me pase a mi nunca.
Y temo, porque siempre viví las relaciones desde el basureo, y no desde el amor, desde la locura y no la paz, desde la desesperanza y mares en los ojos.. eso era mi panorama a diario, y yo no quiero que eso nunca nos pueda pasar. NO QUIERO QUE NUNCA NOS PASE ESO, porque sos todo.. todo lo que quiero, ahora y siempre.
Me hacés sonreír, temblar, saltar, agitarme, me enamoraste de los pies a la cabeza, cada milimetro de mi cuerpo pide por vos.
Te quiero tomás.. y es algo que quiero gritar a los cuatro vientos.
Nichi. (la que tiene frío pero no se olvida de una tarde hermosa, con vista, nieve, diseños de casas, café, tostados, y varios besos apasionados)
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