Se acabó, la ineludible sensacion de correr hacia el estrellato.
El corazón se partió y la mente racional y siempre firme le dice que no lo haga...
Pero ya no son lágrimas es un mar que me inunda,
Y todo lo que creí deglutido, volvió a mi boca y me ahogo.
Ganas de correr, lejos de acá, pero no demasiado porque me hace acordar de cuando corriamos juntos,
Ganas de remar, pero el solo pisar el agua me taparia de recuerdos al sol,
Ganas de todo, que son ganas de nada, porque parece nublarse el universo si no es a tu lado.
Caen y caen, se amontonan en mis mejillas y no puedo hacerlas parar, son lágrimas, lágrimas de amor.
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