sábado, 17 de noviembre de 2012

La cadencia de tu mover.

Tu existir es tan suave como la brisa,
Pero tus ojos son un canto profundo que te hace bailar.
¿Quién puede entrender que viniste de tan lejos para llenar mi corazón?

Tirito a tu lado, me probocás lo que nadie nunca.
Miedo, yo pensé que eso no existía,
Pero sí, cuando importa cuesta, cuesta como nada costó antes.

Y sos tan dulce, inquieto sentir se va a tu lado, a besarte imaginariamente el cuello,
el corazón se apura con cada vuelo que das.

Quien iba a decir que donde se acaba el mundo, empieza el amor.

¿De donde saliste?- preguntó la hermana asombrada-
De un huevo de Dinosaurio* - dijo la niña más segura que nunca-

*Pero vos... Venís de otro planeta. El proyecto es encadenar esa piel.

Nchi.
(Se encendió, pero el corazón... Que extrañeza que causas en mí. Una sonrisa me dibuja)

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