Cuando mi mente te evoca, no puedo dejar de sentir que sos mi príncipe azul. El mismo que me cautivó con su timidez, el brillo en sus ojos, sus problemas de dicción y esa sonrisa que me llega al fondo del alma.
Pienso en vos y mi mente suelta poesía.
Nichi.
Quien iba a decir que mi corazón encontraría su llave perfecta.
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